En el cementerio de mi pueblo hay una pintada en rojo
que reza: Por un amor que dure y uno echa de menos la falta de
poesía en la vida, fuera de los muros de los camposantos.
Y no es un poema, ni un haiku, pero encierra y transmite verdad, que es de lo que se trata.
Verdad o lealtad, ya no estoy seguro, tal vez deseo; sí, nunca he leído en
dieciséis letras tan bien colocadas tanto deseo.
Es un brindis sin champán pero con corazón.
Es un brindis sin champán pero con corazón.
Cuántas veces habremos brindado por el nuevo año, por ti, por mí y
por todos mis amigos, porque le vaya bien en su empresa, porque nos volvamos a
ver muy pronto… y nunca hemos cogido una copa y, mirando a los ojos de los
amigos, hemos dicho: ¡Por un amor que dure! y bajar de uno o dos tragos
tal deseo. ¡Joder, nunca!
Lo dicho: a mis amigos, a mi pareja, a mi familia, incluso
a la gente que se lo merece, de todo corazón: Por un amor que dure.
3 comentarios:
... que dure y sino quemaremos recuerdos antiguos en la hoguera de la noche a ser posible y fabricaremos otros nuevos
Vamos,flaco!
Publicar un comentario