miércoles, 18 de abril de 2012

DÍAS DE RADIO 1









De todos mis órganos vitales

el que más me gusta es la radio,

alojada donde el alma, los sueños,

el iceberg del inconsciente o la mesilla.

Horas y noches y años de palabras

cosquillas hertzianas para un corazón

desesperanzado,

ondas que por suerte me despeinan,

desde muy chico hasta estas canas,

con su música, su crítica, su magia,

su dial de aguja enhebrando frecuencias

y hábitos

que acaban clavándose en mis venas

convirtiéndome en un yonki de la cosa.

La antena enhiesta como un vigía

olfateando por dónde viene la señal

o desparramada como la alegría

sobre unos libros de Montalbán,

pero siempre clavada en el aire

libando el éter de los minutos

para anestesiar mis días malos,

mis insomnios

y embadurnar las horas con la miel

que necesitan mis oídos.


Dedicado con especial cariño a los programas

“Historias”, “Pioneros” y “Videodrome”.

Y a “Carne Cruda” por darme los mejores

aperitivos abiertos en canal.