Al final, más tarde o más pronto, todo lo que conocemos y lo que no conocemos se va a ir al carajo, y tú y yo nos lo habremos pasado en grande, ardiendo de risa como material fungible.
miércoles, 16 de septiembre de 2009
HERRAMIENTAS (un cuadro costumbrista)
Las herramientas nadan muertas, como peces de hierro y madera, en el fondo de los escaparates de las ferreterías.
Como restos de un naufragio las herramientas se mecen mudas en lo más profundo de un mar de nada.
A veces el dueño de la pecera pesca un taladro-ermitaño o un alicate universal y otras veces el pez serrucho le amputa un dedo.
Las herramientas clavan sus ojos quietos en los estantes de metal o en el cristal de ese acuario raro y frío a través del cual no ven la calle.
No hay vaho en el escaparate, ni restos de vida en los pulmones de la radial, en el corazón de la caladora.
Pero no es un paisaje triste como el de esos bichos del Pleistoceno maniatados en urnas llenas de agua.
Me paro a mirar el juego de destornilladores que no juegan a nada, el martillo que igual clava con su nariz chata que saca las puntas con la melena bífida.
Me gusta la segueta con sus dientes finos, ese esqueleto básico y elegante de un tiburón sin apetito entre un coral de tuercas, arandelas y brocas de 5 mm.
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2 comentarios:
pero que elegancia le das al escaparate, parece mentira la poetica de las ferreterias, cualquier dia nos encontramos hablando de cosas olvidadas, engullidas por las grandes superficies...
ey deberiamos retomar esas costumbres de quedar o algo asi, habla con bandini por dios, que nos alienamos y nos vamos a hacer demasiado mayores para beber...
y luego sera una de las excusas para no quedar
un abrazo
Y la llave inglesa, tan puntual.
Qué bonito eres, tío.
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