miércoles, 8 de julio de 2009

SHE, THE CITY AND ME

Ella
es el nombre que me moja la punta de la lengua
la prisa con la que me desperezo
la mueca que hace buena a mi sonrisa
la prolongación de todos mis deseos
la pausa de todos mis dislates
el disparate que me arranca de lo cuerdo
el tacto que confirma mis cosquillas
la comisura de los labios en un “Te quiero”.

La ciudad
es un telón de fondo sin forma
un crucigrama irresoluble desquiciado
un caballo agonizando su cojera
el puerto que da a un mar desesperado
un andén perdido en el pasado
la bambalina en ruinas de un teatro
un escenario con mil cicatrices
la mitad del mapa del tesoro.

Ella
es el coto de caza de mis pasiones
el viento que me infla las velas
el destino de todos mis anhelos
el color que le da sentido a mi lienzo
mi desayuno con frutas y diamantes
la que me baja por República hasta Sol
las uñas que acarician como dientes
la que, Uff! me va a matar de amor.

Yo
soy el que pasea una certeza añosa
el poeta de los puntos suspensivos
un cómico que come con los dedos
la proa en la bocana de sus sueños
el viajero que quiso enseñarla a bailar
un jugador que no sabe farolear
el helado que se derrite en su boca
un saco de huesos dislocados en su ausencia.

4 comentarios:

Ra dijo...

You're amazing, rapaz.

A. Doinel dijo...

Mundano, Mademoiselle, más bien mundano.

Unknown dijo...

menudo mapa de sentimientos...

brutal

saludos

Laura Sañudo dijo...

guau

...


digo, miau.