martes, 25 de febrero de 2014

De la libertad (o cómo morir en el intento)


Propongo amarnos sin condiciones ni preguntas
con todas las complicaciones y espinas
pero amarnos y nada más  
ser elegantes en el habla y en el trato
enamorar al otro con palabras
como a mí me han enamorado con palabras
ruborizarnos cuando alguien diga algo bonito de nosotros
y dejar que ese color te caliente las mejillas
el mayor tiempo posible
porque no te avergüenzas de nada.
Este acto romántico e improductivo será a la vez
nuestro sello de calidad de civilización
y la respuesta: el No absoluto a todos los que nos odian
nos roban, nos asesinan.                                                
Cobijarnos bajo la literatura, la música
las matemáticas si nos place… bajo el Arte
y huir de esa lluvia fina que día a día
gotea sandeces y corruptelas, sobornos y tertulianos
y que va calando bajo la ropa nuestros huesos menudos
nuestra piel dormida deseosa de caricias
que no de chismes, intrigas y canalla  
leer y escribir y escribir y leer cuentos, poesía
ensayos políticos si nos place, novelas o cartas
y empaparnos de palabras para no caer en lo fácil:
el odio irreflexivo o las malas artes
para poder reconocernos delante del espejo
mirarme y decir “sí, ese soy yo” y sonreir
y no avergonzarme por nada.            
Este proceder lento y armonioso
como un vals de esqueletos enamorados
será a la vez nuestro salvoconducto a la eternidad en cada instante
y la respuesta: el No rotundo a la prisa de los indignos
que quieren que vayamos más rápido
para que la comida no sepa a nada
para que nos desagrade el contacto humano
para que la vida nos parezca una mierda
para que no nos importe perderla o que otros la pierdan…
para que muramos rápido.
Apagar la tele, dormir ocho horas del tirón
ayudar en todo lo posible… 

Recuerda la última vez que fuiste feliz, o la primera o la del medio, da igual, y quédate con esa sensación inabarcable, irreducible, eterna. A lo mejor fue un amor, un juguete, una cita, un e-mail, un libro, una fiebre, da igual. Si eres capaz de recordarlo eres capaz de reproducirlo. Qué bien te sienta esa sonrisa que empieza a formarse en tu cara de comisura a comisura…

Compartir esa sonrisa con el otro
la amabilidad reposada en la lengua
la belleza resbalando por los labios
palabras que salen bailando
camino de oídos dichosos, receptores de universos de pasión
compartirnos siempre, pelarnos el corazón como un plátano
y mondarnos de la risa 
convencernos de que no hay sólo una salida
¿quién lo ha dicho y por qué?
de que todas las puertas están abiertas igual que las ventanas
que los caminos si no están hechos se hacen
que las cuestas son al mismo tiempo hacia arriba y hacia abajo
no comprar ni vender nada que de antemano
sabemos que no vale para nada
no vender el alma sino al amor, a la alegría
ni firmar nunca nada salvo esa carta o ese poema
reírnos con la misma franqueza
con la que combatimos la idiotez impuesta
y con la que lloramos una pena. 
Esta acción tan bienintencionada como inútil será a la vez
nuestro pasaporte hacia algo
parecido a la felicidad y la insumisión
y la respuesta: el No más honesto
a los chulos de la infelicidad, de la insatisfacción perpetua
de la farsa por bandera, de la mascarada continua.
Ser valientes por mucho miedo que nos produzca
desviarnos del cauce trazado desde tiempo inmemorial
ser, tal vez, la oveja negra
porque el negro combina con todo
o porque el negro es más que el color del luto
y mucho más que la ausencia de color
educarnos en la cordialidad, saber decir hola y adiós
distinguir la lealtad del paripé
educarnos en el Humanismo porque ninguna herida nos es ajena
ningún dolor es intransferible igual que todo bien es universal.

“… y cuanto más sensible sea uno, cuanto más sabio, menos prejuicios tendrá, menos errores cometerá, menos temores de los que hacerse cargo.”

Este modus vivendi tan reflexionado como visceral
será a la vez nuestro ADN social
nuestra huella dactilar de manos vacías
y la respuesta: el No definitivo
a toda esa chusma ahorcada con sus propias corbatas
a todos los trileros de cumbre y limusina
a todos los navajeros de oficina y secretaria


viernes, 2 de agosto de 2013

Con la tinta de una máquina de escribir

Despoblamos las redacciones de tipos serenos, curtidos a navajazos. Gente capaz de cocinar con la tinta de una máquina de escribir. Hombres y mujeres que congelaban una sala de prensa con el aliento.

          De la columna "A veces todo es tan normal" de Toni Garrido

                                                     

jueves, 18 de julio de 2013

OTRO ÁNGEL


          Para Anxo Guerreiro

Otro ángel ha caído
el de la izquierda
el de las canas.
Un ángel de la primera línea de fuego
el gallego
el guerrero.
Otro ángel de alas rotas
el de las gafas
el que quedaba.

                       19 de julio, Xermade esquina con Soledad

miércoles, 1 de mayo de 2013

FELIZ 1º DE MAYO (¿de 2013?)





¡Trabajadores, Anarkistas, Socialistas y Comunistas del mundo, UNÍOS!

I HAVE A DREAM:
vamos a manifestarnos

para reivindicar la jornada laboral de 8 horas
o para reivindicar la jornada laboral
o para reivindicar
o

lunes, 3 de septiembre de 2012

POR UN AMOR QUE DURE


En el cementerio de mi pueblo hay una pintada en rojo que reza: Por un amor que dure y uno echa de menos la falta de poesía en la vida, fuera de los muros de los camposantos. 
Y no es un poema, ni un haiku, pero encierra y transmite verdad, que es de lo que se trata. 
Verdad o lealtad, ya no estoy seguro, tal vez deseo; sí, nunca he leído en dieciséis letras tan bien colocadas tanto deseo. 
Es un brindis sin champán pero con corazón. 
Cuántas veces habremos brindado por el nuevo año, por ti, por mí y por todos mis amigos, porque le vaya bien en su empresa, porque nos volvamos a ver muy pronto… y nunca hemos cogido una copa y, mirando a los ojos de los amigos, hemos dicho: ¡Por un amor que dure! y bajar de uno o dos tragos tal deseo. ¡Joder, nunca! 
Lo dicho: a mis amigos, a mi pareja, a mi familia, incluso a la gente que se lo merece, de todo corazón: Por un amor que dure.

lunes, 6 de agosto de 2012

CHAVELA


 











Todos me dicen el negro, Llorona
negro pero cariñoso.
Mi voz se agotó en verano, Llorona
verano y sin embargo invierno.
Se viste de cuervos el cielo, Llorona
cielo al fin, en fin, eterno.
No existe domingo bueno, Llorona
domingo y además lluvioso.

jueves, 28 de junio de 2012

LA ALUMNA


 













El vagón venía plagado de estudiantes adolescentes
que regresaban de una excursión.
Acné, partidas de cartas, risas, 
música desde los móviles, chucherías, juegos infantiles… 
y en medio de aquella fábrica de hormonas 
una niña, otra alumna, que me hizo
apartar la vista del libro en su dirección (la de ella)
por, al menos, 100 kilómetros de los 110 que duraba
el trayecto. 
Sentada al otro extremo del vagón
participaba de alguna conversación distraída 
y masticaba chicle de fresa con el que hacía globos
rosados como mi corazón 
que explotaban, como mis pupilas, en sus labios carnosos 
y que recogía con su lengua roja 
ayudada por sus dedos finos de uñas pintadas. 
Con su risa blanca se levantó 
y se dirigió hacia mi asiento 
y con su acento de Ninfulandia me dijo: 
¿Puede ayudarme a bajar la maleta? 
Lo hice y volví a mi libro con aquel tratamiento
de “usted” que se me clavaba 
como una coma mal puesta.
Ella se fue a otro vagón donde la requería un profesor,
algún Humbert cabrón al que, seguro, tuteaba.