No sé a ustedes, pero a mí la nieve me parece un exotismo. Y yo la admiro debajo de una boina provinciana.
Se puso a nevar en la madrugada del 8 y amanecimos con una losa blanda sobre el pueblo gris. Como zombis afortunados y pueriles salimos a fotografiar nuestra sepultura pisando el deshielo de un felpudo que crujía a cada paso, crac-crac.
La nieve, lo digo con toda la ignorancia, es más silencio que frío: una baba lenta que cae, como unas canas recortadas meticulosamente, por las costuras del invierno a 33 rpm.
Pero ya digo que es una rareza que me asombra desde unas pupilas desacostumbradas.
5 comentarios:
una preciosidad
No puedo evitar ponerte al gran Adamo y el Tombe la neige [http://www.youtube.com/watch?v=7A9xWYZD55U]... se siente.
Así me ando dejando caer por los blogs norteños, muerta de envidia insana porque aquí hace un frío del carajo y ni un introvertido copito. Joder, esa felicidad se la debe callar uno! ;)
Me voy a ponérsela al Ex Traño. Y Bandini se libra porque en su condado no nieva :P
pero que simples somos y si no lo entiendes pasa aunque sea tarde... como siempre y dime que no es casualidad...
o sino ve a torreira city y ya te digo.
en fin, que tenemos que vernos aunque las felicidades te lleguen tarde... siempre tarde
un abrazo
tan bonito... desde aquí no lo puedo ver pero mi imaginación es muy risueña; me pondré una zanahoria en la nariz y me quedaré muy quieta un rato, a ver qué pasa... y un botón para guiñaros el ojo...
te va a pillar el verano...y tú todo nevadito
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